Florentino Pérez ha cesado a Jorge Valdano debido a "la disfunción de su cargo con el del entrenador". Durante toda la temporada el director general ha intentado mantener la compostura, la educación y la elegancia para "no convertir el Madrid en un campo de batalla". En el otro lado de la cuerda, José Mourinho, un hombre que se siente a gusto provocando situaciones límite con el fin de obtener un rédito deportivo. Ambos buscaban lo mejor para el equipo desde dos puntos totalmente opuestos. Mientras Valdano trataba de salvaguardar la imagen pública del club, Mourinho impone sus ideas a cualquier precio.
Resulta curioso que hace exactamente un año, se despidió en la misma sala de prensa un hombre que comparte, no sólo una idea de fútbol, sino también una idea de conducta. Se trata del chileno Manuel Pelegrini, donde con la misma educación que ha tenido Valdano, expuso las circunstancias de su cese. El gran error de Valdano fue no haber dimitido en ese momento cuando cesaron al ingeniero. Era un entrenador elegido por él, y cuando fue cesado, y sobre todo al ver el entrenador que se fichaba como sustituto (un excelente entrenador pero en las antípodas de Valdano conceptual y dialécticamente), no tenía razón de ser la continuidad del propio Jorge en su cargo.
Con este cese Florentino se lo juega todo a una carta, ya no tiene a Valdano para que de la cara si el entrenador no funciona, y ha sacrificado a un hombre que ha sido jugador, entrenador, director deportivo, y en esta última etapa, director general y adjunto a la presidencia del Real Madrid. En el Real Madrid Jorge Alberto Valdano ha ganado como jugador dos Ligas y dos UEFAS (también ha sido campeón del mundo con la selección argentina durante su etapa blanca). Como entrenador del Madrid ha ganado una Liga, pero quizás más importante que ese campeonato fue hacer debutar (y dar continuidad) en esa misma temporada a una leyenda del fútbol en general y del madridismo en particular, Raúl González que por entonces tenía 17 años. Como director deportivo el club ganó dos Ligas y una Champions League como títulos más destacados. Como director general y adjunto al presidente (hasta ayer su cargo) ha ganado la presente Copa del Rey. Esos son los resultados más importantes que ha aportado Jorge Valdano al Real Madrid en sus múltiples etapas y funciones. Nadie puede dudar de que ha sido un personaje muy importante en la historia del club.
Sin embargo Florentino Pérez ha sucumbido ante las peticiones de su entrenador, José Mourinho, otorgándole más poder (si cabe) para que tenga barra libre a la hora tanto de diseñar y dirigir la estructura deportiva del club, como de gestionar la comunicación interna y externa hasta el punto de convirtirse en el portavoz institucional. Su legado al club hasta éste momento ha sido una Copa del Rey, en sólo un año eso es cierto, pero parece muy arriesgado echar por la borda a un peso pesado de la historia del club y hombre de confianza del presidente, renunciar a un organigrama para "acercarse al modelo inglés", a cambio de contentar a un entrenador, que nadie puede dudar de su capacidad como estratega, motivador, y en definitiva excelente técnico, pero que tampoco nadie puede asegurar que su estilo (más que táctico ó estratégico hablaría de conductual ó dialéctico) pueda venirle bien al conjunto blanco. Lo que sí asegura el portugués casi con total probabilidad es que el Real Madrid además de luchar por ganar todos los títulos que dispute, volverá a estar en el ojo del huracán mediático, y en muchas ocasiones será para hablar (con o sin razón) de asuntos desagradables. Y es en ese terreno donde Jorge Valdano ponía el contrapunto, haciendo gala de su don para la palabra, intentando en todo momento suavizar la imagen que el Real Madrid ha emitido esta temporada hacia el exterior. Pero como se ha descrito a lo largo del post, Florentino ha decidido jugárselo todo a una carta: la Moustercard.
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