Justo Villar fue protagonista ante Brasil. Foto: EFE |
Mucha gente piensa que esta Copa está devaluada, en tanto que han caído las selecciones favoritas sin haber demostrado su mejor fútbol. Yo soy de los que opina lo contrario. Como ya comenté en la entrada Una Copa América plagada de figuras el fútbol sudamericano es mucho más que Argentina y Brasil. Ambas selecciones tuvieron que esperar hasta el último partido de la primera fase para clasificarse para cuartos y ambas se han despedido desde la tanda de penaltis, ante equipos que teóricamente son inferiores, pero no por eso hay que infravalorarlos. Uruguay fue semifinalista en el pasado Mundial de Sudáfrica, y acaba de eliminar a Argentina después de haber jugado muchos minutos en inferioridad númerica. Sobre las críticas a Messi y su sorprendente sequía goleadora mi análisis es -al margen de las asistencias de Xavi e Iniesta- que los delanteros en la albiceleste realizan desmarques para sí mismos, mientras que en el BarÇa los hacen para que se beneficie el que llega desde atrás, en la mayoría de los casos Messi. En su selección Messi debe de ser el canalizador del juego y repartir las asistencias porque carecen de centrocampistas capaces de dar el último pase. En el citado Mundial, Paraguay cayó en cuartos ante España, pero todos recordamos lo bien que jugó el conjunto paraguayo y como la historia pudo haber cambiado si Casillas no hubiese detenido aquel penalti de Cardozo.
Las otras dos eliminatorias depararon sendas sorpresas. Colombia, el denominado mejor equipo de la primera fase cayó ante una Perú que clasificó como mejor tercero, y Chile, de la que se hablaba por parte de los expertos en fútbol internacional como mejor selección después de Argentina y Brasil, quedó fuera del torneo a manos de Venezuela. Perú se enfrentará en semifinales a Uruguay, que en la primera fase empataron a un gol, mientras que Venezuela jugará ante Paraguay donde también se enfrentaron en la primera fase y después de ir ganando Paraguay 3-1, en los últimos 5 minutos la vinotinto empató el duelo.
La Copa América no pasará a la historia por haber exhibido un fútbol preciosista, pero si que está resultando una competición muy igualada donde casi todos los partidos están abiertos hasta que el árbitro pita el final. En la primera fase hubieron múltiples empates y ya se han decidido dos eliminatorias en la tanda de penaltis. La incertidumbre del resultado provoca la emoción del partido, y el fútbol es un deporte que se mueve por emociones, por eso es tan grande en todo el mundo.
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