Se ha escrito mucho sobre el tema, pero en vista de que el problema de las emisoras radiofónicas con la LFP continúa tras finalizar la jornada 3 (segunda jornada efectiva) en Primera División y la jornada 4 (tercera efectiva) en Segunda División, he decidido hacer esta entrada sobre el conflicto. De entrada creo que hay que huir del falso debate creado por las radios sobre el NO al fútbol sin radio en el que razonan que sin ésta se perjudica al propio fútbol y al aficionado. Digo que hay que huir de esta premisa porque aún siendo ciertos y evidentes estos argumentos no es una opción real puesto que el núcleo del conflicto no es radio sí-radio no; el núcleo del conflicto es radio sí, pero a que precio. Si al final del conflicto las radios deben pagar, estoy absolutamente convencido de que las radios pagarán. No me imagino a los grandes grupos empresariales como por ejemplo el trasvase de profesionales de la SER a la COPE renunciando para siempre a retransmitir partidos porque haya que pagar un canon, con la de dinero que han invertido en algunas estrellas del micrófono. Ahora mismo están retransmitiendo a través de las imágenes de la tele (desde el estudio) o desde las gradas de los estadios, pero entiendo que esta situación no durará en el tiempo, dado que si la situación persiste, perderán parte de su audiencia (y por consiguiente ingresos publicitarios) al bajar la calidad con respecto a la ofrecida desde las cabinas de retransmisión. No obstante, creo que las radios tienen la razón en toda esta historia, aunque no me guste ese falso debate comentado.
Este canon o tasa que pretenden que las radios abonen con el argumento de que las emisoras se están lucrando a través de las retransmisiones del fútbol se ha decidido de la noche a la mañana, y justo en la temporada en la que las conexiones con cada campo -principal atractivo de los programas con carruseles- han perdido parte de su magia por la expansión de los partidos en diferentes franjas horarias, haciendo que el producto final que ofrecen las radios pierda parte de su esencia (aunque a mí como espectador me agrada que haya fútbol en distintos horarios y ya cada uno que decida el/los partidos que quiera/pueda ver). Además, como explican las radios (en esto si que estoy totalmente de acuerdo) la narración de un partido es la opinión subjetiva del profesional, caso bien distinto al de la televisión donde al espectador se le ofrecen imágenes y éste sacará sus propias conclusiones. Además, los programas no retransmiten los partidos íntegros sino que se van a otros partidos, deportes, comentaristas que opinan durante el propio partido, con lo cual muchas veces (y esto, lo de los excesivos comentarios durante los partidos, aunque es una crítica a la radio en la forma, es una defensa en el fondo) hay menos minutos reales de narración que de comentarios, rondas informativas, etc.
La radio alimenta al fútbol diariamente, entrevistando a jugadores, directivos, haciendo previas de los partidos que a la postre, redundan en que el aficionado desee consumir fútbol. A cambio generan ingresos de sus patrocinadores. Perfecto, es un trato justo. La radio gana con los patrocinadores y las televisiones y la Liga ganan con la publicidad que les hace la radio de su producto: el fútbol. Tampoco me gusta que las radios para evitar pagar el canon se amparen en el derecho fundamental del derecho a la información, dado que considero que éste se cumple con el mero hecho de hacer boletines con los resultados de los partidos, no con un programa de entretenimiento deportivo de varias horas de duración con unos profesionales en las cabinas de los estadios retransmitiendo y otros en el estudio comentando.
Este conflicto también afecta a las emisoras locales donde sus recursos son mucho más escasos. En una época donde el país está sumido en una grave crisis económica, donde los programas radiofónicos van perdiendo paulatinamente patrocinadores y por consiguiente ingresos en concepto de publicidad, emitirles un canon podría suponer en el caso extremo la pérdida de puestos de trabajo. Tratar de obtener un rédito económico (dado que la situación económica de muchos clubes es precaria) a costa de aplicar un canon a las radios, con el desigual reparto existente de los derechos audiovisuales me parece poco ético, aunque podría ser legal. Eso lo decidirá la autoridad competente. También es justo comentar y como argumento a favor de la LFP, que la mejor competición a nivel de clubes del mundo es la Champions League, y en esta competición, las emisoras radiofónicas sí que pagan a la UEFA. Éste es uno de los datos a los que se agarra la Liga para implantar su canon. Cada cual tendrá su opinión y todas son lícitas. Por todo lo expuesto estoy a favor de las radios (aunque en algunos puntos no esté de acuerdo con ellas), las cuales se benefician del fútbol sí, pero a la vez lo publicitan beneficiando a clubes y televisiones. Pero sobre todo, pagando o no, estoy a favor de que se solucione lo antes posible todo este cacao.
Foto: De izquierda a derecha; José Antonio Abellán (Punto Radio), Manu Carreño (SER), Javier Ares (Onda Cero), el secretario general de la AERC, Alfonso Ruiz de Assin, Fernando Pérez (Canal Sur), Chema Abad (RNE); Paco González (COPE) Paco Ortiz (Radio Aragón) y Eduardo García (Marca).- CLAUDIO ÁLVAREZ (El País).
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