Este domingo se disputa un auténtico partidazo con todas las letras. El derbi de Manchester. Un derbi es atractivo siempre pero este que se juega en Old Trafford es más apasionante (a priori) que todos los anteriores. Toda la prensa nacional e internacional se ha hecho eco de este partido, debido a que se presenta como el derbi liguero más igualado desde hace décadas. El United es el auténtico gigante de Inglaterra una vez instaurada la Premier League en 1992, ganando a partir de esa fecha 12 campeonatos. El City siempre ha sido el equipo menor de la ciudad que deambulaba por la media tabla. Pero todo cambió a raíz de la llegada de los nuevos inversores procedentes de los Emiratos Árabes.
El primer gran fichaje que confirmaba las intenciones del nuevo City fue el de Robinho en el verano de 2008. El brasileño estaba desesperado por irse al Chelsea de Abramóvich pero finalmente recaló en el City. Robinho, frustrado por no arribar en Stamford Bridge, no triunfó en Manchester y salió del club. El nuevo City estaba en pañales y los jugadores de talla mundial tendrían que venir poco a poco, casi por el efecto llamada. Robinho nunca asumió su rol de jugador "franquicia", el futbolista gancho que atrajera a los buenos jugadores aún a sabiendas de que en los primeros años no pudiesen optar a ganar la Premier. Desde 2008 hasta ahora han llegado y salido infinidad de jugadores, hasta que en este verano los Citizen se han convertido definitivamente en una potencia capaz de luchar por todos los títulos que se disputen. Han formado una gran plantilla con jugadores de primer nivel en todas las posiciones fichando a grandes futbolistas procedentes de otras ligas y a los mejores de la Premier, como es el caso de Gareth Barry. Barry es un centrocampista de mucha calidad que ya quiso Rafa Benítez para su Liverpool en la época Red del técnico español. Incluso Xabi Alonso confirmó que la solicitud del transfer request al Liverpool para que lo dejaran salir al Madrid, vino por el interés de Benítez en hacerse con los servicios de Barry, dado que "en teoría" ocupaban la misma posición. El equipo se reforzó el curso pasado con jugadores como David Silva o Dzeko y para esta temporada han completado el conjunto fichando entre otros a Nasri y -después de su polémica salida del Atlético de Madrid- al Kun Agüero.
El United sigue teniendo un equipazo. Con delanteros de primer nivel como Chicharito o Rooney y con extremos rápidos y habilidosos como Nani, Valencia o Ashley Young. El incombustible Ryan Giggs, ganador del Golden Foot 2011 (trofeo que premia al mejor jugador del mundo mayor de 29 años), sigue en el equipo y la principal novedad en el cuadro de Ferguson radica en la portería, donde el jovencísimo David de Gea ha relevado al ya retirado Van der Sar.
Un partidazo en toda regla entre dos de los aspirantes al título, con dos onces plagados de estrellas y dos banquillos de garantías para lo que pida el encuentro. Este verano se enfrentaron en la Community Shield (Supercopa de Inglaterra), venciendo el trofeo los de Ferguson. Para este choque de liga llegan los de Mancini con dos puntos de ventaja sobre el United. Hoy día están a la par en cuanto a potencial, si bien es verdad que los de Sir Alex son un equipo hecho, mucho más acostumbrado a la presión de pelear por los títulos. Hasta hace unos años el City miraba desde abajo al United. Hoy día (sea cual sea el resultado del derbi) el City está en disposición de decirle al United "mírame a los ojos".
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