Todos los equipos dependían de si mismos salvo el Sporting, que necesitaba de una carambola para salir del pozo. Como ocurriera la temporada anterior, todas las miradas estaban en el Rayo-Granada, duelo directo de la jornada. En aquella ocasión (entrada con la que se inauguró el blog) el duelo directo era el Real Sociedad-Getafe. Como en aquel entonces, los equipos que se enfrentaron entre sí se salvaron. Volviendo a lo sucedido en la recién finalizada temporada, durante la primera mitad el descendido era el Zaragoza. Al inicio de la segunda parte con el gol de Apoño de penalti, pasaba a ser virtualmente equipo de Segunda el Rayo que empataba con el Granada. Pero en los últimos minutos la jornada se tiñó de luto en El Madrigal. Falcao batía a Diego López en el 88, y en el 92 Tamudo hizo el gol de la salvación en Vallecas. El Villarreal sin tiempo de reacción fue el damnificado de una jornada frenética, descendiendo a su vez a su equipo filial a Segunda División B.
El Zaragoza -con Manolo Jiménez al frente, el espectacular apoyo de su afición (14.000 zaragocistas en el Coliseum de Getafe) y la entrega de los futbolistas- logró el milagro. En sus tiempos de jugador, la hinchada del Sánchez Pizjuan coreaba el "Jiménez, Jiménez, que cojones tienes" por la garra y pundonor que ponía el otrora capitán Sevillista. Dicho cántico le fue repetido en su etapa de entrenador. Una vez en Zaragoza, mientras jornada tras jornada la gesta se iba consumando hasta conseguir el que creo será el éxito deportivo más meritorio de lo que le quede de carrera (por encima de títulos incluso), el cántico ha derivado al actual titular de este texto.
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