La sensación en el Estadio (más allá de lo que figure en los resúmenes) es que la primera parte del encuentro entre Las Palmas y el Hércules fue igualada. No se reflejó la clasificación en ese primer periodo y el partido estaba abierto para que cualquiera de los equipos pudiera adelantarse en el marcador con buenas actuaciones de ambos guardametas. La Unión Deportiva no hacía prevalecer la condición de local, no se adueñó de la contienda.
En la segunda mitad cambió el decorado. Los amarillos tuvieron más control y
Barbosa no tuvo que intervenir en ningún momento. La decisión adoptada por
Sergio Lobera de sustituir a los catorce minutos de la reanudación a
Nauzet Alemán en lugar de
Javi Castellano fue controvertida. El título de este texto se centra en este acontecimiento. En condiciones normales el cambio natural para el 14 grancanario sería
David González. Centrocampista de perfil ofensivo en un encuentro que va empate en tu cancha.
Lobera, sin embargo, decidió apuntalar la medular con un segundo jugador de contención como
Javi Castellano. Los segundos 45 minutos fueron ideales de cara a un hipotético
playoff con el partido de ida en casa. A posteriori, se puede comentar que
Barbosa no sufrió nada, por lo tanto desde el punto de vista defensivo fue un acierto. Desde el punto de vista ofensivo el equipo no mejoró, disponiendo en el cómputo global del encuentro de algunas ocasiones claras para ganar de forma merecida pero no se apreció en ningún momento un juego fluido por parte de los insulares.
Mi opinión personal es que
en Liga regular (ya me lo pareció en directo)
el cambio no me gustó. Ahora bien, por buscar el lado positivo de las cosas
de cara al hipotético playoff (sin perder de vista el ascenso directo, y ojo, quedarnos fuera de los 6 primeros si nos dormimos),
dicha sustitución, dada la importancia en las eliminatorias del valor doble de los goles fuera de casa y el primer tiempo con ocasiones y sensación de peligro por parte de ambos equipos,
la hubiese firmado.