El tramo final de La Liga Adelante se presenta apasionante. Hay en juego una plaza de ascenso directo (la otra presumiblemente será para el Elche) y otras cuatro para el playoff de ascenso a Primera División. Almería, Villarreal, Girona, Alcorcón y Las Palmas (más algún equipo que pudiera llegar desde atrás) se repartirán los puestos del 2º al 6º a final de temporada. Lógicamente el premio más apetecible para todos ellos es el ascenso directo, pero conviene recordar que si no fuera posible tal logro, es importante quedar lo más arriba posible. Dicho de otro modo, es preferible quedar tercero que sexto. Por varios motivos:
1) De carácter subjetivo: Porque en un hipotético playoff el tercero y cuarto clasificado serán aparentemente más fuertes que el quinto y sexto clasificado.
2) De carácter psicológico: Porque la vuelta en casa siempre se ha considerado que aporta una ventaja al resolverse la eliminatoria ante tu gente.
Y 3) De carácter matemático: La más importante; Las eliminatorias de ascenso de Segunda a Primera División otorgan una gran ventaja al equipo que clasificó por delante en la liga regular, dado que en el caso de que si tras una hipotética prórroga el resultado global siguiera igualado, no habría tandas de penaltis (como se comentó en la entrada del 05/junio/2012 al analizar el playoff de la pasada temporada) sino que resultaría vencedor ese mejor clasificado al término de las 42 jornadas de campeonato. Esto permite al equipo que juega de local la vuelta, mientras la eliminatoria esté empatada, marcar los tempos del partido al estar "por delante" en la misma, y que el conjunto visitante tuviera que arriesgar más de lo que lo haría sin esa regla, permitiendo a los locales jugar con más espacios.
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