Hace unos meses apunté este título en mi libreta de temas sobre los que me gustaría escribir al venirse a mi mente la época de la UD copera de los 90. Y la ocasión se ha presentado esta semana al publicarse el libro homenaje a Paco Castellano, una de las figuras de la célebre UD de los 70 e internacional absoluto con la selección española. Obviamente por generación no lo vi jugar, pero sí que ha sido un personaje que ha estado presente en mi juventud, especialmente durante su trayectoria como técnico del primer equipo amarillo. Cuando oigo su nombre recuerdo su particular forma de hablar, pero sobre todo las gestas que bajo su dirección hizo Las Palmas en Copa del Rey en la citada década de los 90. Primero, eliminando la UD de Segunda B al Tenerife de Primera, y un par de años más tarde clasificando al equipo amarillo, esta vez de Segunda División A, a semifinales del torneo del KO para medirse al Barcelona de Ronaldo tras haber dejado los de Castellano en la cuneta a Valencia y Espanyol, ambos de Primera.
Eran los tiempos de los cánticos "Manolo de Arucas, la para con la cuca", "illa illa Illa, Orlando maravilla", el "que viene que viene" en los córner a favor en El Insular, y el dedicado al protagonista del libro al que hace mención esta entrada: "ni Cappa ni Valdano, Paco Castellano". Los tiempos donde los compañeros de clase del instituto en horas muertas simulábamos una especie de Insular en el aula y hacíamos la mítica ola, recitábamos los cánticos anteriores más el Don Pepito, el "chicharrero el que no bote" y en definitiva, recreábamos el ambiente futbolero de la época. Los tiempos donde para ver el fútbol si no tenías entrada te buscabas la vida, bien en la "quinta grada" -esta fuera del estadio- a la cual se le llamaba las arenas, y no hablo del centro comercial del mismo nombre sino de las tierras que estaban por encima del Paseo de Chil, donde desde la loma veías medio campo, bien intentando entrar al recinto cuando abrían puertas a falta de quince minutos para el final del partido. Y para finalizar, los tiempos en donde aunque la canción de Luis Quintana diga -entendiendo a lo que se refiere- que fueron para olvidar, esas eliminatorias coperas se vivían muy intensamente. Posiblemente porque el fútbol de élite nos quedaba muy lejos.
Foto: Portada del libro "Castellano", escrito por Ignacio Sánchez Acedo y editado por la Fundación de la UD Las Palmas